jueves, noviembre 30, 2006

¿Puedo contarte un cuento?


Error, dormir con luz, eso es queso, Ríofrío, besos, bromas, cosquillas, patos haciendo el pino, bombillas de 125w, truchas saltando, calcetines, cenas, caramelos, bolígrafos, un progresivo, madrugadas, frío, calor, lluvia, bailando, decampado, linterna, los abades, Alhama, conguitos, Loja, mas besos, gasolina, guitarra, música, Valencia, el Turia, no hay playas, hotel, fiesta, chino, encuentros, viaje, porcuna, Lucena, La silla del Carrefour, Risas, complicidad, estrellas fugaces, suspiro del moro, calle Larios, piel de gallina, circulo rojo, helado de bueno, la playa, el frío, cuentos, mas risas, embriaguez, sexo, curiosidad, atracción, juegos, la casa de Lorca, miradas, piononos, Sacromonte, llamadas, mensajes, sabanas del pirineo, pollo express, escaneando tu letra y mi letra, tubo de pota, cocido juvenil, coquinas, tintero, trivial, Cuentos de la Alhambra, noches, Sierra Nevada, 5 grados, archivos adjuntos, primer powerpoint, pimientos, serendipia, piscis, fiestas en Villanueva del Trabuco, Castillo de Tajarja, Vino sin alcohol, queso Edam, Farlops Polo, paseando por Valencia, gasolineras, tendinitis, una tapita, crema de coco, OTC, puentes romanos, Nissan, Renault, abrazos, caricias, confesiones, deseo, enfados, malentendidos, orgullo, risas, guiños, coincidencias, nuestro hobby, ganas de hacer pis, beso robado, noches de charlas, esperas, gusanillo, fuente de La Bicha, noche, amanecer, lluvia, la isla de Pascua, Chile, Pampaneira, el Purche, paseando, bañeras, nubes, estrellas, doctor House, el Circulo Polar, el castillo de Jaen, Telepizza, Velez Rubio, los genoveses, tu pelo, tus ojos, tus labios, tu piel...
Fin.

viernes, noviembre 03, 2006

SuEñO AsTrAl

Estuve en tu cuarto. Estuve de verdad... Te estuve cuidando; te arropé, te besé y durante toda la noche me quedé a tu lado.
De esta forma comprendí al observarte dormir que no hay ser mas maravilloso que tú...

Buenas noches kokoro

jueves, noviembre 02, 2006

Cuaderno de Bitácora


Hoy es mi noveno día de singladura, la mar parece calma y el cielo se funde en el horizonte con la invisible línea de agua celeste. Anoche tuve compañía, ya que durmieron al raso de las estrellas junto a mí, una pareja de gaviotas, a mi parecer un poco desorientadas. Del cubo de los despojos, les acerque unas colas de pescado que agradecieron con un sutil gemido cariñoso. El crujido del agua contra el casco de la proa me recuerda tiempos en los que me gustaba ir a pescar en las rocas que forman la orilla del mar y el agua salada se precipitaba por los recovecos de las piedras, formando pequeñas nubes de espuma. He de reconocer que me siento igual de solo aquí que en tierra, pero por lo menos, sobre las caricias del mar tengo más tiempo de encontrarte en forma de ola. Incluso a veces tu faz se dibuja caprichosamente en cúmulos de nubes de algodón. Viajo sin rumbo fijo, lo sé, pero también se que la aguja del norte tarde o temprano cambiara para acercarme al lugar donde paseas tranquilamente, descalza, sobre la arena de la playa, con la mirada perdida y con un vestido blanco de caída suave y desordenada. Ese día tocaré tierra e iré a buscarte para que me acompañes a ciudades olvidadas y puertos de mar ocultos, donde veremos desfiles de lava intensa y formas de roca aun por inventar… A veces me duermo juntando con trazos invisibles las estrellas y formando bocetos de lugares y formas, que acompañados de tu voz recitando versos escogidos, tantas veces me regalaste.

Mientras tanto sigo aquí, echándote de menos y hablando con la mar cómplice de los náufragos
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Desde la noche de los tiempos...

Me pierdo entre tus pilares y tu jardín. Me sacio del manantial que generosamente me brindas en las noches de otoño. Me sorprendes con las caricias de tus besos en lugares recónditos de mi cuerpo. Te rozo y me rozas, te siento y me sientes. Cuando nuestras almas se asoman curiosas al destino de la noche, suenan trompetas y clamores, lazos y colores. Una lluvia de auroras boreales nos envuelve y entonces tu, mi más dulce sueño inesperado me alcanzas hasta lo más profundo de mis entrañas, cuajadas de deseo por cada una y por separado de tus millones de células, vacuolas y mitocondrias, para mi ingeniosamente alineadas. Tu recuerdo yace perfectamente contorneado en mis neuronas, que en su excitación sin límite intercambian miles de enlaces sinápticos que chisporrotean de lujuria, pasión y sentimiento. Eres perfecta en tu imperfección. Desearía hacer nudos marineros que a su vez atraparan tu alma o tus almas con la mía o las mías. Dejarnos llevar por las corrientes del océano de los vientos, que a su vez nos mostrasen los mil y un viajes, los mil y un pueblos que, a tu lado recorrería en cada momento. ¡Que se alíen las corrientes con los vientos! ¡Pero que diablos! Que se retuerzan las tormentas con los sueños, que nuestra pasión se desdoble en el intento, de penetrar en el ojo del tornado y romper el tiempo.