lunes, abril 23, 2007

A la Presidenta del Parque.



Me encantó avanzar lentamente entre las calles que te vieron crecer. Reviví los juegos que me narrabas y aquella casa de ilusión, cuya puerta, no estaba en el lado mas fácil de imaginar. Recuerdos y sensaciones que afloraban en tu rostro, bendito rostro de la Luna. Tus raíces, un cachito de tu historia, la cual, me contabas como escenario que permanece ahí a pesar del cambio de actores. Nos sentamos y me hablabas y a cada rato te amaba más. Me encantabas con tus ojos brillantes de recuerdos y me rendía aún mas a tus pies. Cómo quise ser el novio de tu urbanización vecina. Cómo deseé haberte pedido salir en una tarde de verano.